EL TRABAJO DEL ANALISTA

 Toda palabra llama a otra palabra.

Toda palabra es un imán verbal, 

un polo de atracción variable 

que inaugura siempre nuevas constelaciones.

Roberto Juarroz. Poesía Vertical


Partimos de este título, que creo nos concierne a todos los analistas. Para quienes tengan ya un recorrido en el consultorio como a aquellos que –en mi caso- no trabajan todavía en clínica. Lo planteo porque creo que no hay consenso acerca de cuál es el trabajo de un psicoanalista. Recientemente escuché a Juan Manuel Martínez en una de sus conferencias, donde cuenta que en un grupo donde él estudiaba, habiendo escuchado el comentario del profesor respecto a una frase de Lacan, le llamó la atención eso que dijo –que nada tenía que ver con la frase en cuestión- y planteó ¿cómo puede ser que de esta teoría (señalando el seminario de Lacan) surja esa práctica? Para su sorpresa, el profesor le contestó: no olvide que la práctica no viene de la teoría. Es decir que para abordar los problemas (clínicos) de los pacientes que vienen al consultorio, hay que olvidarse de lo aprendido en los libros, o sea, uno puede estudiar todo lo que quiera pero la práctica es otra cosa ¿no?

Esta idea me parece que es exactamente al revés, o sea, si la práctica nada tiene que ver con la teoría, el psicoanálisis –al igual que cualquier otra disciplina- no tendría razón de ser; o mejor dicho, la práctica psicoanalítica sería como un arte donde cada uno puede interpretar o expresarse de la manera que le parece, sin dar justificación alguna de su manera de pensar, o de sus actos.

A mí entender, investigar lo inconsciente es la tarea en el acto de analizar. Lo que equivale a decir que los analistas – en esto comparto la postura de Juan Manuel- estudiamos la teoría para luego ir a la práctica. Es decir que con la teoría (que conocemos) ponemos en juego un saber en el dispositivo. Este saber no proviene de un manual de psicología (no se trata de clasificar/calificar conductas o pensamientos) sino que es el saber del inconsciente.  



“Apenas cree el psicoanalista saber algo, de psicología por ejemplo, comienza ya su perdición, por la sencilla razón de que en psicología nadie sabe gran cosa, salvo que la psicología es un error de perspectiva sobre el ser humano” Jacques Lacan. Seminario 1. Sesión del 7 de Julio de 1954.

Como dije anteriormente, investigar lo inconsciente es la tarea en el acto de analizar. Este aforismo que propongo se sostiene en las siguientes citas de Lacan, que creo van de la mano con esta premisa del saber que ponemos en juego en el análisis:

“¿Qué es el inconsciente? La cosa no ha sido aún comprendida.  Dado que el esfuerzo de los psicoanalistas fue durante décadas tranquilizar acerca de ese descubrimiento, el más revolucionario que haya existido para el pensamiento al considerar su experiencia como privilegio –es verdad que lo adquirido seguía siendo de apreciación privada- las cosas los llevaron a sufrir la recaída que les provocaba ese esfuerzo mismo, al estar motivado en el inconsciente: por haber querido tranquilizarse a sí mismos acerca de él, lograron olvidar el descubrimiento” Jacques Lacan. “La equivocación del Sujeto Supuesto Saber”. 14 de diciembre de 1967. Otros Escritos. Ed. Paidós.

“Digamos que me he consagrado a la reforma del entendimiento, que impone una tarea respecto de la cual es un acto comprometer en ella a los demás. Por poco que el acto flaquee, es el analista el que deviene el verdadero psicoanalizado, como lo percibirá con tanta más seguridad cuanto más cerca se encuentre de estar a la altura de la tarea. Pero esto deja velada la relación de la tarea con el acto. (…)  El acto es aquello por lo cual el psicoanalista se compromete a responder de él. (…) No hay más que oír la manera con la cual los psicoanalistas hablan del pensamiento mágico, para sentir resonar allí la confirmación de la potencia nada menos mágica que ellos repelen, la de tocar como nadie lo que es la suerte de todos: que no saben nada de su acto, y menos todavía: porque el acto que hacen entrar en el juego de las causas es el de hacerse pasar por su razón” Jacques Lacan. “El psicoanálisis. Razón de un fracaso" 15 de diciembre de 1967. Otros Escritos. Ed. Paidós.

Con lo cual podemos advertir que -para Lacan- son los propios psicoanalistas quienes no saben qué es el psicoanálisis; a esto apunta la reforma del entendimiento, en el acto de analizar no se trata de comprender, o hacer pasar por la razón aquello que el paciente (nos) cuenta.  El trabajo del analista es investigar lo inconsciente, de eso se trata la tarea en el acto de analizar: el dispositivo analítico le ofrece al sujeto la posibilidad de escuchar, bajo transferencia, algo de eso que no sabe pero que sin embargo dice al hablar o callar.



 “La transferencia es la puesta en acto de la realidad del inconsciente. Lo anunciado en ella es, precisamente, aquello que más se tiende a evitar en el análisis de la transferencia. Mi posición al proponer esta fórmula es problemática, pues ¿qué ha promovido mi enseñanza respecto del inconsciente? El inconsciente es los efectos que ejerce la palabra sobre el sujeto, es la dimensión donde el sujeto se determina en el desarrollo de los efectos de la palabra, y en consecuencia, el inconsciente está estructurado como un lenguaje”. Jacques Lacan. Seminario 11. Sesión del 29 de abril de 1964.

Mi propia lectura de estas citas es que lo inconsciente no es algo subterráneo o sumergido en las profundidades de la consciencia, sino que está en los efectos que ejerce la palabra sobre el sujeto. El inconsciente estructurado como un lenguaje es esa dimensión donde el sujeto no sabe lo que dice. Y la transferencia no es más que una a-puesta en acto a eso, a la realidad del inconsciente. Usando el sentido común podríamos preguntarnos: ¿Qué motivo tendría alguien para pedir un análisis? ¿Acaso hablar en un análisis es lo mismo que hablar con la vecina del barrio? Claramente no, porque el analista trabaja con el inconsciente en tanto saber no sabido, un saber sin sujeto. 

Para ilustrar estos conceptos, demos algunos ejemplos: una mujer hace un  tiempo me dijo “soy muy mala, como una araña pollito”. A lo que yo –si estuviéramos bajo transferencia, en el dispositivo analítico- le preguntaría qué quiere decir con eso. Y si ella asocia eso con “me enojo mucho con los demás cuando no me escuchan”, le respondería: “claro, araña/pollito mojado, te enojas o haces un berrinche cuando los demás ¿no te brindan el amor que pedís?” (Toda demanda es demanda de amor). 

Hace cierto tiempo una persona comentando una situación laboral, respecto de su jefe, dice que "es perfecto, él nunca hace nada mal, jamás se equivoca, siempre se queja de los demás, que todos los empleados somos una mierda, unos descerebrados". Pero en otra ocasión -y sin darse cuenta obviamente- me dice que en  su infancia padeció mucho a su padre, que cuando ella traía el boletín del colegio, cuando veía un 8, exclamaba "¿por qué no sacaste 10?. Ante lo cual le dije, "al igual que tu padre que te pide perfección por no ser la chica 10, sufrís mucho cuando tu jefe dice que por equivocarte sos una descerebrada no?" Ante lo cual me contesta, acongojada: "justamente eso es lo que yo sé que tengo que sanar, muchas cosas...". Vemos claramente que los efectos de la palabra sobre el sujeto es el inconsciente, y eso puede escucharse solo si hay transferencia, es decir, lo que importa no es tanto lo que el paciente diga sino la respuesta (la lectura) que dé el analista cuando realiza su acto, si está a la altura de su tarea, investigar el inconsciente. 

El analista cumple una función que Lacan define de de una manera muy interesante en Televisión como un secretario, no sólo por guardar secreto sino porque toma al pie de la letra el testimonio de quien viene a contar su padecimiento. La palabra en análisis no es del paciente ni del analista, sino del sujeto del inconsciente. 

Para finalizar, podemos apreciar que nada es producto del azar en la obra de Lacan. Hacia el final de su enseñanza postuló un nuevo nombre para el inconsciente: parletre, neologismo francés que podríamos traducir como el ser (etre) y la palabra (parle). Y ese es el trabajo del analista, investigar lo inconsciente, la palabra del sujeto que habla en el análisis.

Juan Pablo Moscardi

El trabajo del analista

VI-2021

 Arte: Wassily Kandinsky, Jose Correia.

Conferencia de Juan Manuel Martínez: https://www.youtube.com/watch?v=hQ0oOAQIcZg  a los 42.36 min.


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