EL EDIPO Y SU [LÓGICA] CASTRACIÓN
La ética del psicoanálisis gira en torno al deseo cuya notación Lacan escribe -y problematiza- como el Deseo de la Madre [DM]. En este punto cabe destacar que el Edipo (freudiano) es la introducción del significante (lacaniano). Ya no se trata de deseos incestuosos y parricidas por parte del infans hacia sus padres, sino del surgimiento de La Ley. Este ingreso a la Cultura, o mejor dicho al universo simbólico, ya no se explica -como me referí anteriormente- con el mito Edípico, sino con mathemas y letras algebraicas.
El deseo es el deseo del Otro. El Otro es quien desea, y el deseo de la Madre es una manera de designarlo [D.M]. Considero que aquí la D es a su vez la Demanda del Otro, que inscribe -ante el grito o el llamado del infans- presencia o ausencia, (+; -) que se articulan en el Fort-Da. No hay sujeto si no hay significante que lo funde. Y si el primer sujeto es la madre, es en la medida en que ha habido las primeras simbolizaciones del par significante". Ahora bien, la Metáfora Paterna [M.P] es, "en lo que se ha constituido de una simbolización primordial entre el niño y la madre, poner al padre, en cuanto símbolo o significante, en el lugar de la Madre. Y este es el problema del complejo de Castración.
El Edipo, en psicoanálisis lacaniano, se refiere ni más ni menos, a la castración del Otro. Ya no se trata de la amenaza de castración que resolvería el complejo de Edipo (deseos incestuosos y parricidas), sino de una lógica donde se articulan -en el Otro- el par significante (Madre) y el significante impar (Nombre del Padre). La interdicción del incesto da cuenta de esta operatoria. Significante y Ley se homologan.
De aquí que el surgimiento de La Ley implica de qué manera la Metáfora Paterna permite inscribir la falta del Otro en el sujeto.
Juan Pablo Moscardi
El Edipo y su [lógica] castración.
VI-2023
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