¿EL GOCE ES LA CASTRACIÓN?

 

 

“La castración, al fin de cuentas,

 no es otra cosa que el momento

de la interpretación de la castración” 

Jacques Lacan. Seminario X. Sesión del 5 de diciembre de 1962


Jacques Lacan enunciaba, en los últimos años de su enseñanza, que “el goce es la castración”. (1) Esta frase me llevó a preguntarme –por un lado- qué es el goce, y –por otro lado- qué relación tiene con la castración. Creo que aunque la frase iguala goce y castración, no son lo mismo. ¿La castración, de quién? ¿Por qué está emparentada con el goce?

Para dar un pequeño rodeo al asunto, no podemos saber si los animales gozan. Y tampoco podemos preguntarles, porque no hablan. La vaca come pasto, y solamente eso, no puede comer otra cosa porque el instinto sabe cuál es el objeto que le conviene. Entonces podemos apreciar  prima facie, que goce y castración son cuestiones inherentes al parletre, al ser hablante.

A partir del advenimiento del “Espíritu Santo” como dice Lacan, “la entrada del significante al mundo” (2)  genera un cambio fundamental, justamente porque el sujeto se constituye a partir de los significantes donados por el Otro. El significante es lo que representa al sujeto para otro(s) significante(s). ¿Pero qué tiene que ver esta definición con la castración y el goce? Lacan nos dice algo muy interesante al respecto: “Aquello ante lo cual el neurótico retrocede no es ante la castración, es hacer de su castración lo que falta al Otro - es hacer de su castración algo positivo que es la garantía de esa función del Otro, ese Otro que se sustrae en la remisión indefinida de las significaciones (…) ¿qué puede asegurar una relación del sujeto con ese universo de las significaciones, sino que en alguna parte haya goce? Esto no puede asegurarlo sino por medio de un significante, y este significante falta forzosamente. Es el complemento a ese lugar faltante que el sujeto es llamado a hacer por medio de un signo de lo que nosotros llamamos su propia castración” (3)



El sujeto (del significante) tiene una relación con el goce a partir de este lugar faltante (fantasmático me atrevo a decir) que se produce por la presencia de un significante privilegiado: el falo, cuyos efectos son “una desviación de las necesidades del hombre por el hecho de que habla, en el sentido de que en la medida en que sus necesidades están sujetas a la demanda, retornan a él enajenadas” (4)   

Esta cita y la anterior podemos leerlas con estas dos:

“Todas las necesidades del ser hablante están contaminadas por el hecho de estar implicadas en otra satisfacción (…) el goce del cual depende esta otra satisfacción, aquella que se soporta en el lenguaje (…)  el goce puede ser que en sí mismo, también, muestre que está en defecto, que para que eso sea así, es preciso algo, por su lado, que cojee” (5)

“Sustancia del cuerpo, a condición de que ella se defina solamente por lo que se goza. Solamente propiedad del cuerpo vivo, sin duda, pero no sabemos lo que es ser viviente, sino solamente en cuanto que un cuerpo, eso se goza” (6)

Entonces, para ir puntuando el asunto, el goce es una consecuencia del significante. El lenguaje es defectuoso, tiene fallas. El Otro está castrado, es decir, no tiene todos los significantes. Las necesidades del ser hablante quedan en-castradas por la demanda del Otro que –por definición- es imposible de responder, o mejor dicho, siempre es metonímica porque no tiene una única respuesta. Para enunciarlo en otros términos, la (in)satisfacción queda enmarcada en la palabra: gozamos porque hablamos, y porque somos hablados. Y aquí está el quid de la cuestión, porque en el parletre 2+2 no es 4. El sujeto puede dejar de comer a raíz de un desencuentro amoroso, o en vez de estar triste (o porque está muy alegre) fumar 1 paquete entero de cigarrillos, beber una botella  de vino, etc etc.

El significante no remite al significado, sino a otro(s) significante(s): todo lo “bueno” o lo “malo” que le sucede al sujeto es producto de la significación.

Daré unos ejemplos concretos para que se entienda esto que vengo desarrollando. 

Una neurótica (que dice ser fea) se opera 6 veces de la nariz, hasta que el médico le informa que ya no es posible intervenir quirúrgicamente para mejorar su “estética”. Pese a haber corregido su nariz, sigue sintiéndose fea. En el análisis, su “fealdad” no era algo que ella pensaba sino su madre: “¡fea, no vas a gustarle a nadie, porque sos fea!”.¿Por qué la neurosis es fálica? Como dice Lacan, esta sustancia gozante está hecha materialmente de significantes que representan al sujeto: como soy “fea” “no voy a gustarle a nadie”. Aunque se opere la nariz, siempre ¿va a ser? fea.

Otro ejemplo. Una mujer habla con una importante cuota de sufrimiento al decir que su novio es mezquino porque no blanquea la relación que tiene con ella ante los demás (familia, amigos, etc), no le presta atención porque “hace la suya”, “chatea con otras mujeres (lo sé porque veo su WhatsApp Web en la PC)” etc etc. Pero a su vez este sujeto es quien también le dice que no puede vivir sin ella, que es lo más valioso en su vida. Ante esta ambigüedad ella dice que hace miles de cosas por él…pero ”soy una pelotuda”. Y es ahí donde uno interviene diciendo “no me cae bien que (te) digas eso. ¿Por qué hacer lo que verdaderamente sentís por alguien te hace “una pelotuda”? No hay garantías, y tampoco en un vínculo. Si él te responde de esa manera egoísta, de tu lado podés no aceptarlo y dar un paso al costado. Pero esto es muy distinto de quedarte para hacer miles de cosas y pretender un cambio de parte de él…. sufrír ¿y quejarte porque  'sos una pelotuda'?”    

Para finalizar, gozamos porque estamos agujereados por el falo, el Otro está castrado. Pero el neurótico no rehúye ante la castración,  sino en hacer de su castración lo que falta al Otro. Goce y castración no son lo mismo, aunque se correspondan mutuamente. La castración, el lugar de la falta, “decir(se) soy…” es fantasmático. En un análisis se trata de atravesar el fantasma, dejar ese lugar-de-objeto de goce; en definitiva, de aceptar la castración del Otro que nos goza sin que sepamos cómo ni por qué, para poder hacer algo mejor con la falta-en-ser. 

Juan Pablo Moscardi

¿El goce es la castración?

El Otro y el Sujeto

Agosto 2021.

 

Citas:

1. J.Lacan. Seminario XXIV, sesión del 26 de febrero de 1977.

2. J.Lacan. Seminario X. sesión del 5 de diciembre de 1962.

3. J.Lacan. Seminario IV, sesión del 5 de diciembre de 1956.

4. J.Lacan. La significación del falo. 1958. Escritos II. 

5. J.Lacan. Seminario XX. sesión del 13 de febrero de 1973.

6. J.Lacan. Seminario XX. sesión del 19 de diciembre de 1972.

ARTE: Moisés "Índigo en las nubes".


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