¿Leemos [A] Lacan? ¿O leemos (a) su letra?
“Esta
enseñanza es un rechazo de todo sistema. Descubre un pensamiento en movimiento:
que, sin embargo, se presta al sistema, ya que necesariamente presenta una faz
dogmática. El pensamiento de Freud está abierto a revisión. Reducirlo a
palabras gastadas es un error. Cada noción posee en él vida propia. Esto
precisamente es lo que se llama dialéctica. (...) Con el psicoanálisis sucede como con el arte
del buen cocinero que sabe cómo trinchar el animal, cómo separar la
articulación con la menor resistencia. Se sabe que existe, para cada
estructura, un modo de conceptualización que le es propio. Mas como se entra
así en el sendero de las complicaciones, hay quienes se atienen a la noción
monista de una deducción del mundo. Así, uno se extravía.
Es preciso
entender que no disecamos con un cuchillo, sino con conceptos. Los conceptos
poseen su orden original de realidad. No surgen de la experiencia humana, si
así fuera estaría bien construidos. Las primeras denominaciones surgen de las
palabras mismas, son instrumentos para delinear las cosas. Toda ciencia,
entonces, permanece largo tiempo en la oscuridad, enredada en el lenguaje"
J.Lacan. Seminario I, 18 de noviembre de
1953
“El psicoanálisis ha desempeñado un papel en
la dirección de la subjetividad moderna y no podría sostenerlo sin ordenarlo
bajo el movimiento que en la ciencia lo elucida. Éste es el problema de los
fundamentos que deben asegurar a nuestra disciplina su lugar en las ciencias:
problema de formalización, en verdad muy mal abordado”
J.Lacan.
Función y Campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis. 1953
“Los conceptos analíticos no tienen
ningún valor, no corresponden a la realidad. Pero, ¿cómo captar esa realidad
si no la designamos empleando nuestro vocabulario? ¿Y si, al seguir haciéndolo,
creyéramos que este vocabulario es tan sólo la señal de cosas que estarían más
allá; que se reduce a pequeñas etiquetas, designaciones que flotan en lo
innombrado de la experiencia analítica cotidiana? En tal caso esto significaría
sencillamente, que hay que inventar otro, es decir, hacer otra cosa y no
psicoanálisis. Si el psicoanálisis no es los conceptos en los que se formula y
se transmite, no es psicoanálisis, es otra cosa, pero entonces esto hay que
decirlo"
J.Lacan. Seminario II, 24 de noviembre
de 1954
“La estupidez humana da una idea del
infinito, decía Renan. Pues bien, si viviera hoy día, añadiría - y las
divagaciones teóricas de los psicoanalistas"
J.Lacan. Seminario IV, 28 de noviembre
de 1956
“No soy en absoluto
un autor. A nadie se le ocurre cuando lee mis Escritos”
J.Lacan 17 de junio de 1970, seminario XVII.
"Una enseñanza podría estar
hecha para hacerle de barrera al saber"
J. Lacan. Alocución sobre la enseñanza, 19 de abril de 1970
"No
hay enseñanza más que matemática, el resto es broma"
J. Lacan 8 de diciembre de 1971. Seminario XIX
La
formación del analista no proviene de la experiencia, sino de
la formalización científica. Es decir, de las fórmulas que dan
cuenta de los conceptos del psicoanálisis. Una práctica no produce una
teoría, sino a la inversa. El trabajo de Lacan fue producir un nuevo
paradigma científico en psicoanálisis, donde se asienta el saber [en tanto formal]
del analista. Su enseñanza fracasó, ya que sus discípulos no quisieron saber
nada de Eso.
Si
bien es cierto que hay una tensión entre la transparencia y la opacidad en el
estilo de Lacan, podemos decir que no es un [A]utor,
menos aún un [A]utor difícil; ya que es una letra: (a).
Con
esto quisiera decir que los seguidores de Lacan convirtieron su
enseñanza en una religión: hay quienes transmiten su propuesta teórica
de un modo opaco y enigmático; mientras que otros se dedican a transmitir cursos lacanianos con un lenguaje
transparente y simple. También hay quienes enseñan al «Lacan verdadero». Pues
claro, "¡hay de todo en la Viña del Señor!" diríamos; pero eso es
consuelo de zonzo. El asunto es Otro: la enseñanza de Lacan tenía la
finalidad de quitar el palabrerío del psicoanálisis; por (y para) eso está
cifrada en mathemas, fórmulas, grafos, etc. La formalización está hecha
para cimentar la función-analista en el dispositivo analítico.
El
único libro que Lacan publicó, a sus 66 años, fueron los Escritos. En
la Obertura de dicha recopilación (ya que son textos que
corresponden a conferencias o fragmentos del seminario) puede leerse: "Porque
desciframos aquí en la ficción de Poe, tan potente en el sentido matemático del
término, esa división en la que el sujeto se verifica por atravesarlo un objeto
sin que se penetren por nada, división que está en el principio de lo que se
eleva al final de esta compilación bajo el nombre de objeto a".
No
es casualidad que el escrito inicial sea El Seminario sobre la Carta
Robada [letree volée]. Es el Einziger zug, el trazo unario de
su enseñanza; único texto en la sección Uno de los Escritos,
finalizando su recorrido en La Ciencia y la Verdad.
Podemos advertir
entonces que no leemos lo que Lacan dijo, esas son palabras que vuelan
[lettre volée], sino el mensaje de su enseñanza: el objeto (a). En la escritura
de esa letra está la formalización del nuestro objeto de estudio; en eso
debemos formarnos e investigar para avanzar en nuestra disciplina.
Para finalizar,
reivindico la contratapa que el propio Lacan dedicara a sus Escritos:
”Es preciso haber leído completa esta compilación para
darse cuenta de que allí se prosigue un solo debate, siempre el mismo, y que,
aunque pareciera quedar así fechado, se reconoce por ser el debate de las
luces. Lo oscuro pasa por objeto y florece con el oscurantismo que encuentra
allí mismo sus valores.
Nada tiene de sorprendente que sea allí mismo donde se
resista al descubrimiento de Freud, término que se prolonga aquí con una
anfibología: el descubrimiento de Freud por Jacques Lacan.
El lector reconocerá lo que allí se demuestra: que el
inconsciente procede de lo lógico puro; dicho en otras palabras: del
significante”
Juan Pablo Moscardi
Menos [A]utor, más investigación
I. 2025
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