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¿Psicoanálisis Multidisciplinario?

"El médico no sólo ha contraído obligaciones hacia sus enfermos como individuos, sino hacia la ciencia. Y decir hacia la ciencia equivale, en el fondo, a decir hacia los muchos otros que padecen de lo mismo, o podrían sufrirlo en el futuro" S. Freud. Análisis de un caso de histeria. (1905) Me pregunto por qué los psicoanalistas se empecinan  en intentar explicar tantos fenómenos humanos. ¿Cuál es el ámbito de competencia del psicoanálisis? Me sorprende que una disciplina opine sobre tantos temas, en vez de dialogar con otras ciencias. ¿El malestar en la Civilización implica que el psicoanálisis se ocupe de problemas políticos, económicos, espirituales, o hasta incluso sociales como las guerras? En este punto creo que hay una confusión que pasa inadvertida porque no se habla de ella. Lamentablemente, hay una sobrevaloración de la palabra de los psicoanalistas, y como consecuencia de esto se degrada la teoría -y la clínica- psicoanalítica. Se lee el malestar en la Civilizaci

EL EDIPO Y SU [LÓGICA] CASTRACIÓN

La ética del psicoanálisis gira en torno al deseo cuya notación Lacan escribe -y problematiza- como el Deseo de la Madre [DM]. En este punto cabe destacar que el Edipo (freudiano) es la introducción del significante (lacaniano). Ya no se trata de deseos incestuosos y parricidas por parte del infans hacia sus padres, sino del surgimiento de La Ley. Este ingreso a la Cultura, o mejor dicho al universo simbólico, ya no se explica -como me referí anteriormente- con el mito Edípico, sino con mathemas y letras algebraicas. El deseo es el deseo del Otro. El Otro es quien desea, y el deseo de la Madre es una manera de designarlo [D.M]. Considero que aquí la D es a su vez la Demanda del Otro, que inscribe -ante el grito o el llamado del infans- presencia o ausencia, (+; -) que se articulan en el Fort-Da . No hay sujeto si no hay significante que lo funde. Y si el primer sujeto es la madre, es en la medida en que ha habido las primeras simbolizaciones del par significante". Ahora bien, la M

EL MALESTAR DE LA DIVISIÓN SUBJETIVA

  "No hay otro malestar en la Cultura que el malestar del Deseo" [1] es un enunciado cuya lectura a la letra no remite a la propuesta freudiana, entendida como la tensión permanente entre la inclinación agresiva originaria del ser humano (la pulsión de muerte) y la Cultura que se opone a dicha tendencia destructiva. El malestar del deseo en la Cultura implica que para el parletrê todas sus necesidades están contaminadas por el lenguaje, y la satisfacción está irremediablemente perdida a raíz de la división que genera el mismo. No hay relación sexual. Lo que no cesa de no escribirse es precisamente la imposibilidad -por parte del sujeto-  de reencontrar el objeto perdido.  O para enunciarlo en otros términos: el significante hace que el sujeto aparezca (para volver a desaparecer) en su encuentro con la división; es decir, que el goce y el deseo están articulados al Otro: "la castración quiere decir que es preciso que el goce sea rechazado, para que pueda ser alcanzado en

NI BARATO NI CARO: PAGUE

“El neurótico es un enfermo que se cura con la palabra, ante todo con la suya. (…)  L a técnica consiste en saber medir la ayuda que uno da al analizante;  e s por esto que el psicoanálisis es difícil”    Jacques Lacan.  Entrevista Revista Panorama. 1974. La función del pago en psicoanálisis no es igual (a) lo que comúnmente se conoce como el precio (en dinero) por el intercambio de un servicio. El asunto tiene que ver con una ética que concierne a todos los analistas, independientemente del criterio personal de cada uno al momento de establecer sus "honorarios profesionales". El analista -para poder operar desde ese lugar- debe pagar con su persona. Y esto implica, necesariamente, que olvide sus pre-juicios, su opinión respecto de tal tema, sus pasiones, etc etc. Hay que recordar que el psicoanálisis propone una cura por la palabra, y no es cualquier palabra la que produce la cura. El poder discrecional del oyente es fundamental en este sentido: no se trata de que el pacient

Una articulación entre la Demanda y el Deseo en psicoanálisis

"La demanda en sí se refiere a otra cosa que a las satisfacciones que reclama. Es demanda de una presencia o de una ausencia. Cosa que manifiesta la relación primordial con la madre, por estar preñada de ese Otro que ha de situarse más acá de las necesidades que puede colmar" (Lacan. Significación del falo. pág. 670). Sobre la cita anterior, Alfredo Eidelsztein, dice lo siguiente: “Lacan dice claramente que esta demanda del niño a la madre (Madre como aquella figura que encarna al Otro) -en tanto Otro- es pedido de presencia y no de satisfacciones de la necesidad, dado que ella encarna el lugar desde el que se pueden colmar las necesidades, aunque no mediante el objeto de la necesidad.” Entonces, el sujeto demanda una presencia que supone puede colmar la necesidad, no demanda el objeto (que aunque lo demandara no hay objeto que pudiese colmar la demanda de la satisfacción total de la necesidad). Por ejemplo: Un niño le demanda a sus padres un vaso de agua (vaso de agua

LA DIVINA COMEDIA PSICOANALÍTICA - CAP II: PSICOANÁLISIS Y MÚSICA: UNA ARTICULACIÓN LÓGICA

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Para esta parada de tren, elegimos detenernos en la articulación entre la música y el psicoanálisis. Partimos de la idea que hay algo que une a ambas y que es la escritura. Empecemos por la música. La música es un arte, pero a su vez, es la combinación de sonidos y silencios que presentan una lógica ordenada en un discurso a lo largo del tiempo. De la misma manera, proponemos al psicoanálisis que utiliza la lógica para zanjar la escritura. El analista participa de la escritura, por su modo de re-escribirla, para equivocar el saber del gran Otro. [1]   Por eso, podríamos pensar al analista como una suerte de arreglador musical ¿no?, es decir, re-escribe con la misma melodía y armonía otra versión, pero es otra versión que será diferente a la original, como esa canción de la banda Culture Club, esa canción muy conocida llamada “Karma Chamaleon” , cuya versión crea la artista Loli Molina, lxs invitamos a escucharla. Van a ver esto de la versión diferente a la original. [2] La mú

¿Qué nos enseña la perversión acerca de la angustia?.

 En el presente trabajo me voy a referir a la perversión, sobre todo a interrogar el estatuto de la angustia en dicha estructura. Solemos decir (y posiblemente así sea) que los perversos, al no angustiarse, no se dirigen al análisis. Sin embargo uno de los lugares donde Lacan trabaja más fuertemente el tema de la perversión es en el Seminario “La angustia”. Me centraré en ese momento de su enseñanza, tratando de profundizar un punto que abordamos en la enseñanza de nuestra cátedra. La pregunta podría ser: ¿efectivamente no hay angustia en la perversión? ¿Qué relación hay entre ambas? O ¿qué lugar ocupa dicha angustia? Ciertamente no se presenta ligada a los síntomas al modo de la histeria, la neurosis obsesiva o la fobia. Partamos de Freud y sus elaboraciones sobre el fetichismo: el fetichista, frente al horror que le produce la visión de los genitales femeninos (en la medida en que le evoca la posibilidad de su propia castración) reniega de la percepción que al mismo tiempo ha sido co